Artista recupera "muros de la infamia" con grafiti de Rafael Uribe Noguera y Garavito
Mañana será la audiencia de acusación de Rafael Uribe Noguera por el homicidio de Yuliana Samboní.
La indignación y la rabia fueron los motores que impulsaron al artista urbano Emerson Cáceres, "Cacerolo", a pintar un muro de Bogotá con el retrato de Rafael Uribe Noguera, el asesino confeso de la niña Yuliana Samboní, un caso que aún conmociona a Colombia.
El grafiti, que ocupa una pared de una avenida céntrica de la capital, muestra el rostro de Uribe y en su frente aparece un enorme letrero que lleva en mayúsculas el nombre de "Yuliana".
En el mismo cuadro hay un pequeño retrato de Luis Alfredo Garavito, un preso colombiano considerado como el mayor asesino en serie de niños del mundo, que paga una condena por los crímenes de más de 200 niños que confesó.
Cacerolo, con esta obra callejera, pretende reivindicar los denominados "muros de la infamia", una iniciativa que hace 10 años exhibía en vallas públicas los rostros de violadores de niños.
"Me parecía que era importante ayudar desde el arte y mantener la memoria. Estos casos mediáticos no duran más de un mes en la mente de la gente, por eso quise que esta obra denunciara el caso y evitara el olvido", destacó el artista en declaraciones a Efe.
La violación y el crimen de Yuliana, la niña de 7 años que apareció muerta en un apartamento de Rafael Uribe Noguera, estremeció en diciembre pasado a la sociedad colombiana.
Mañana mismo el Juzgado 35 de Conocimiento de Bogotá celebrará la audiencia de acusación de Uribe Noguera por su participación en el rapto, abuso y homicidio de la menor, unos cargos que el detenido ya confirmó ante la Fiscalía.
Para el artista urbano, el acto de pintar a un asesino confeso fue "una forma de desahogo pero también una obligación como artista".
"Siempre que uno pinta en la calle es un acto político. En la calle hay que tocar estos temas para crear conciencia, construir memoria", añade.
Cacerolo está estudiando, junto a otros artistas, la recuperación de los llamados "Muros de la Infamia", que fueron borrados hace 10 años por orden de la Corte Constitucional, ya que manchaban el "buen nombre" de los condenados por delitos sexuales sobre menores de edad.
"Algún político ya se ha sumado a esta iniciativa, también me han llamados personas y víctimas de diferentes ciudades, mueve muchas susceptibilidades, hay que pensarlo con calma", destaca.
En esta nueva obra, Uribe Noguera aparece con una sonrisa adornada con unas pinceladas en color rojo, a la manera de Guasón, el Joker de los cómic de Batman.
Este efecto, característico de las obras de Cacerolo, da un carácter más dramático a esta obra callejera que comparte espacio con otras pintadas y grafitis que pueblan la avenida Suba con calle 90, frente a la estación bogotana de Rionegro.
EFE